Carta a mi hermano o Reflexiones sobre la separación.
Todos somos como una balanza. El soporte central es lo que te constituye esencialmente, las cosas que no puedes cambiar de ti, el cuerpo que te tocó, tu carácter (con el que naciste), tu inteligencia, etc. Llamemos a estas cosas objetos internos. En los platillos ponemos todo lo que vamos agregando con la vida. Pareja, trabajo, ejercicio, amigos, hobbies, tu actitud ante situaciones, enemigos, etc. Llamemos a estos objetos externos. A veces podemos cargar algún objeto externo en el soporte central... Algo que nos resulta fácil darle continuidad sin importar lo que pase con los brazos o platillos, o muchas veces algo que nos hace peso y nos ayuda a darle estabilidad al soporte central. Después explicaré más sobre esta condición especial.
Todas las partes de la balanza son parte de lo que eres tú ahora. El soporte central, los brazos, las cuerdas, los platillos y la base, así como todos los objetos internos y externos. La diferencia es que los externos pueden cambiar por coincidencia o voluntad. El soporte central debe ser lo fuerte suficiente para poder cargar todo lo que vayamos agregando a los platillos. Como por ejemplo: carga de trabajo, capacidad de mantener amistades, etc.
La separación de una pareja es como si alguien le metiera un manotazo bastante agresivo a uno de los platillos de tu balanza. Por supuesto, toda la balanza va a bailotear un rato. En ese momento, cometemos muchísimos errores. Para empezar, tenemos que meterle un poco de peso al soporte central para darle un poco estabilidad. En mi caso, metí el trabajo, me inundé de trabajo, hasta que llegó a mi vida mi mejor amigo, y con él la fiesta. Estos fueron los pilares de mi vida unos meses, hasta que empecé a hallar un poco de estabilidad. Agarramos objetos externos para reparar TEMPORALMENTE nuestro soporte central, pero nunca serán parte de él. Su función es proporcionar una muleta para darte tiempo de repararte, y una vez que recobras ese equilibrio deben regresar a los platillos.
Es posible elegir objetos externos positivos o negativos. Por supuesto me tropecé muchas veces, también me acerqué a personas destructivas, a veces mi fiesta fue muy irresponsable, y no me di el valor que debía con otras personas. Es difícil pensar cuando estás saliendo del manotazo, y es normal que nos equivoquemos más de lo normal. Todo se está tambaleando, incluyendo nuestro carácter y nuestro autoestima. Un día me sentía lo máximo y al día siguiente me quería morir, esa no es condición para empezar una relación con alguien.
Poco a poco el movimiento se va disminuyendo. Y tenemos que tomar las mejores decisiones que podamos. Es casi imposible poner algo nuevo en los platillos mientras aún estemos en movimiento. No terminas de estar bien en tu piel, y una relación nueva correrá mucho riesgo. Tienes que tener equilibro en tu centro, quererte a ti mismo, saber alimentarte de cosas constructivas y productivas, para fortalecerte y poder agregar objetos. Hay cosas que corren menos riesgo, como un nuevo deporte, otras que corren más, como emprender un nuevo negocio.
Recobra equilibrio y vuélvete mejor persona que cuando empezó el movimiento. Ámate antes que nada y ve la belleza que te rodea. Disfruta estar solo, disfruta estar acompañado pero no trates de subirlo a la balanza, te necesitas a ti primero. Verás que todo pasa y qué gran persona eres, contigo y con los demás.
Te quiero mucho más que tantísimas personas en mi vida, y como a poquísimas he querido. Estoy para lo que necesites. Espero que te guste mi analogía y que no haya dado tantas vueltas. Te adoro.
Qué analogía tan adecuada! Creo que hasta que pasa el movimiento es uno capaz de entenderla a profundidad.
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